Delacroix (1798·1863), del 19 de octubre al 15 de enero de 2012, CaixaForum Madrid.
sábado, 31 de diciembre de 2011
Beaucoup effet
Beaucoup effet pretendía Delacroix y, sin duda alguna, lo conseguía con aquellas gigantescas máquinas que habían estallado directamente desde la emoción. La conmoción predomina sobre la armonía. Sus obras buscan el estremecimiento del espectador a través de ese sentimiento sobrecogedor de grandeza, desde Sardanápalo a Dante, desde Quíos a Misolonghi. Toda su pintura evoca a ese sentimiento medroso tan moderno que se debe “la mayoría de las veces, cosa curiosa, a falta de proporción […] el Roble de Antin visto a distancia parece mediocre. Su forma es regular; la masa de las hojas es proporcionada al tronco y a la extensión de las ramas. Situado debajo de las ramas mismas, no viendo más que partes sin relación con el conjunto, experimento la sensación de lo sublime". Esto le llevó a percatarse de que gran parte del efecto de las estatuas de Miguel Ángel se debe a ciertas desproporciones o partes no concluidas que aumentaban la importancia de las zonas completas, de igual manera que el infortunio que alcanza a Prometeo se hace más trágico en tanto que éste, mientras Hermes sale de escena, está inmóvil, encadenado. Esta idea de alzar algunas de las partes para aumentar la atención del espectador denota el deseo de aceptación común que tiene este artista romántico apartado del mundo, necesidad imperiosa de que su imaginación sea entendida por la ajena. Mundo recreado desde su taller, ideado desde las paredes de su estudio, como pretexto para enlazar el espíritu del pintor y el del espectador.
Delacroix (1798·1863), del 19 de octubre al 15 de enero de 2012, CaixaForum Madrid.
Delacroix (1798·1863), del 19 de octubre al 15 de enero de 2012, CaixaForum Madrid.
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